Una mala hidratación, el tabaco, el maquillaje o la exposición prolongada a pantallas sin descansos pueden provocar el empeoramiento de patologías oculares.
Fumar, beber en exceso, la hidratación insuficiente o la falta de protección de los ojos ante una exposición excesiva a los rayos del sol son prácticas que repercuten de manera negativa en nuestros ojos. Por ello es importante acudir de forma periódica a revisiones oftalmológicas para no dejar pasar síntomas que puedan indicar problemas oculares.
La exposición prolongada a pantallas de ordenadores, móvil o tablets sin hacer descansos se consideran malas prácticas para nuestra salud visual. Al igual que el uso continuado de lentillas, o mantenerlas durante las horas de sueño, pueden conllevar un empeoramiento de patologías como la blefaritis o la sequedad ocular.
La costumbre de frotarse los ojos cuando se siente picor para intentar aliviar la zona no genera sino un empeoramiento de los síntomas de una posible blefaritis. Los oftalmólogos recomiendan que los pacientes que tienden a tener los párpados inflamados, o que sufran alguna patología que les predisponga a padecer blefaritis, eviten aplicar en los párpados cualquier elemento añadido que pueda incitar a la inflamación.
Uso de maquillaje y blefaritis
Es importante indicar que, en el caso de que se quiera utilizar maquillaje en la zona periocular, el producto tendrá que ser adecuado no solo al tipo de piel de la persona que lo va a utilizar sino también deberá ser hipoalergénico. Por ejemplo, la blefaritis en algunos casos puede surgir como una respuesta alérgica al entrar en contacto alguno de los componentes de estos productos estéticos con la zona de los párpados.
Adquiere una gran relevancia una correcta higiene palpebral antes de dormir. La retirada de cualquier sustancia ajena a la zona palpebral permite evitar que se produzca, por ejemplo, la obstrucción de las glándulas existentes en los bordes de los párpados desembocando en problemas de ojo seco o en problemas con la descamación de la piel de la zona palpebral.
La utilización de máscaras de pestaña o lápiz de ojo en mal estado, rizar las pestañas con la máscara puesta o el uso habitual de extensiones de pestañas puede retrasar la curación de la blefaritis o incluso en algunos casos provocar la caída de las pestañas.
No seguir las instrucciones del oftalmólogo sobre la higiene palpebral o no utilizar productos específicos para ello conlleva un incorrecto tratamiento de la blefaritis y, como consecuencia, una mayor duración del malestar en el paciente. Es importante que el paciente no intente solucionar estos síntomas por sí mismo y acuda al especialista para obtener un tratamiento acorde a su patología.
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